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Ona Batlle: “En Mánchester me siento como en casa”

La futbolista nacida en Vilassar repasa en Panenka su trayectoria futbolística, desde el club de su ciudad hasta el encuentro disputado en Old Trafford

Mánchester. Entre esas nubes que suelen hacer frente a los claros se levanta una de las ciudades emblema de Inglaterra. Siendo una de las más importantes urbes durante la revolución industrial, la del noroeste inglés se consolidó como una de las principales vías mercantiles gracias al canal construido entre los ríos Mersey e Irwell. Esto otorgó a la ciudad un acceso directo al mar que acabaría siendo fundamental para la expansión de la misma. De ahí que, en su escudo, todavía se pueda apreciar un navío en representación de ese momento clave. Eso fue a finales del siglo XIX y coincidió con el nacimiento del Newton Heath LYR Football Club, a la postre, el Manchester United. A principios del nuevo siglo, el crecimiento y popularidad de la ciudad derivó en la construcción de un templo: Old Trafford.

Por aquel entonces, el fútbol contaría con poco menos de medio siglo de vida cuando Old Trafford comenzó a albergar público. Desde las gradas, cientos de miles de aficionados se han ido aglutinando para ver pasar a sus estrellas. Con el paso de los años, este mítico estadio ha sido el escenario de grandes títulos. De momentos inolvidables. Y, sin embargo, hace poco más de una semana, al saltar al campo, en aquellas butacas tan solo había silencio. Primeros pasos sobre el verde y la adrenalina comienza a regodearse por el cuerpo. Una mirada rápida a su hogar. Un vistazo al escudo que lleva bordado. ‘Red Devil‘. En el Teatro de los Sueños, Ona Batlle (Vilassar de Mar, 1999) acababa de cumplir el suyo.

¿Qué tal por Mánchester?

¡Pues muy bien, la verdad! Estos últimos días está haciendo buen tiempo, así que súper feliz.

Pues eso está genial. Ya sabemos que el clima en Inglaterra suele ser un poco aburrido. 

¡A mí me sorprendió, porque no llueve tanto! Lo que sí que es verdad es que te puedes pasar una semana sin ver el sol.

Clásico de allí. Tenía un carrusel de preguntas sobre el Manchester United, pero empezamos por lo último, si te parece. ¿Qué tal es Old Trafford?

La verdad es que es impresionante. Es un campazo. Es el estadio más bonito en el que he estado y en el que he podido jugar. Es precioso.

Lo que pasa es que sin público… 

Ya… Cuando salí al campo me imaginé ese escenario con público. Debería haber sido increíble. Ojalá algún día volvamos a jugar allí con nuestros fans y, bueno, ¡también mi familia que seguro que vendría!

Y encima ganáis 2-0 al West Ham. ¿Da el mismo subidón ganar en Old Trafford que ganar en Leigh Sports Village, la ciudad deportiva?

Bueno, al final fue más emocionante. Y, además, es que es el primer partido de liga que se jugaba en Old Trafford. Evidentemente fue más emocionante.

¿Cómo es eso de jugar en un club tan grande?

La verdad es que ya sabía de su grandeza. ¡El Manchester United! Pero cuando lo empiezas a vivir desde dentro, te hace querer al club, ¿sabes? Yo me siento parte de esta entidad y, además, es que estoy súper feliz de poder formar parte de ella. Para empezar, son súper generosos y muy familiares. Están muy atentos de sus seguidores, que tienen muchísimos. La realidad es que estoy muy contenta de poder estar viviendo esta experiencia y encima en este club. Es algo único.

Entonces, veo que te ha sorprendido.

Sí. Me ha sorprendido en varios aspectos. No me esperaba estar tan a gusto. En el sentido de que en Mánchester me siento como en casa. La verdad es que me han tratado tan bien que, como te he dicho, ellos mismos hacen que quieras a este club. Que quieras vivirlo y estar aquí. Sobre todo, te hacen querer crecer con el club. No olvidemos que el Manchester United femenino es un equipo que ahora mismo está en proyección. Y claro, me gusta mucho formar parte de esto.

Tiene sentido todo lo que dices, porque lo que se ve también es que te has adaptado muy rápidamente a la liga inglesa después de competir aquí en España. ¿Lo esperabas?

La verdad es que me gustaría estar un poquito más adaptada. Creo que todavía me sigo adaptando. La liga inglesa es bastante más física aunque, bueno, yo creo que también soy una jugadora física. No he tenido ningún problema con eso. Además, pienso que también me suelo adaptar rápidamente a los cambios y eso es una virtud que me ha ayudado. En general esta es una liga más intensa en cuanto al ritmo. Cualquier equipo te puede hacer daño en cualquier jugada.

Dijiste anteriormente, me parece que en El Patio, que Lucy Bronze era una de tus referentes. ¿Cómo fue jugar contra ella y que, por desgracia, marcara?

Referente tampoco es. Yo siempre me he fijado mucho en las laterales y obviamente ella es una gran lateral. Claro que me fijo mucho en las jugadas y en los movimientos con y sin balón. Incluso en el campo, me gusta observar cómo juegan los demás laterales. Y, a ver, ¡claro que me gustó jugar contra ella! Al final, competir contra personas tan buenas también te da mucha experiencia. Te ayuda, en parte, a mejorar.

Hace un momento me comentabas que el Manchester United es un equipo todavía en proyección. ¿Cuál es el objetivo actual?

Pues el objetivo es crecer en el fútbol femenino y año tras año veo que lo viene demostrando. Hoy por hoy, el objetivo es entrar en Champions. Vamos partido a partido y ganándolos. Acabar en una de esas plazas que da acceso a la Champions sería algo genial. Estar con el Manchester United en Europa e intentar hacer un buen papel sería fantástico. Pero, para eso, hay que tener mucha regularidad con las victorias y creo que eso es lo más difícil.

¿Y cuál es tu propio objetivo en Mánchester?

Mi propio objetivo es mejorar mis debilidades. Mejorar todos los aspectos de mi fútbol. Y, obviamente, tener una regularidad jugando que me permita mejorar mis debilidades. Mi objetivo es ser lo más completa posible.

Y al ir a jugar a Mánchester y vivirlo desde dentro, ¿hay alguna compañera que te haya sorprendido? 

Pues la verdad es que me sorprendieron todas, en general. Pero por ponerte un ejemplo, Lauren James. Yo no sabía de ella y es una jugadora muy, muy top. Y es muy joven, así que puede llegar a lo más alto porque es una futbolista con unas cualidades impresionantes. Pero, por ejemplo, también Jackie [Groenen] me gusta mucho cómo juega. ¡En general toda la plantilla me gustó mucho!

Y al revés, ¿tú crees que las has sorprendido a ellas o ya te conocían bien al llegar a Mánchester?

No, yo creo que no me conocían. Venía de otro país y otra liga. ¡No sé si las habré sorprendido aunque espero que sí! ¡Que las haya sorprendido gratamente!

 

“He tenido días de bajón. De llorar. Estar muy agobiada. Pero en aquel momento, poder hablarlo y contarlo me ayudó a sentirme mejor. Apoyarme en los míos fue clave”

 

Algo habrá… Por poner un ejemplo, The Guardian te ha catalogado como una de las cinco estrellas emergentes de la liga inglesa. Llegar, jugar y triunfar. Va, ¿cuál ha sido tu secreto?

¡Pues, la verdad, es que no hay ninguno! Yo intento ser lo más regular posible e intentar no fallar. Parece obvio, pero dentro de intentar no fallar también está el atreverme en diferentes acciones. No quedarme en mi zona de confort y arriesgarme. Eso es algo que actualmente estoy trabajando. Como te he comentado antes, mejorar esas debilidades. También te digo que jugar en una liga más vertical hace que tenga que salir más de esa zona de confort. Al final, el estilo de juego en la liga española no era tan rápido y eso me ha hecho tener que mejorar y adaptarme. Me gusta tener varias facetas para llegar a ser lo más completa posible.

En ese crecimiento, supongo que las entrenadoras tendrán mucho que ver. Has tenido buenas entrenadoras. De hecho, has pasado de María Pry a Casey Stone. ¿Qué destacarías de cada una?

A mí me gustan mucho ambas. Con María Pry he aprendido mucho. Y también estoy aprendiendo con Casey Stone. Sobre todo, con Casey, trabajamos mucho la faceta defensiva, ya que ella era una gran defensora. En ese aspecto estoy mejorando mucho e intento aprovechar al máximo ese aprendizaje. Y ya no solo de mis entrenadoras, también de mis compañeras. Creo que eso es lo que más te hace mejorar.

Como curiosidad, ¿qué tal el idioma? Porque imagino que recibir instrucciones en los entrenamientos en un idioma diferente, al principio debe ser complicado.

¡He mejorado muchísimo con el inglés! Llegué con un nivel básico… [ríe] ¡Hasta desde el club me dicen que he mejorado muchísimo y muy rápido! Pero no es suficiente. Yo quiero llegar a tener un nivel de inglés poco menos que nativo. Pero, al principio de todo, el club, al saber que tanto yo como una compañera íbamos a tenerlo un poco más complicado con el idioma, las primeras semanas e incluso meses, nos traía un traductor a los entrenamientos y los partidos. Y si había algo urgente que nos tenían que decir, pues estaba el traductor ahí para ayudarnos. En ese aspecto también se nota muchísimo la profesionalidad del Manchester United.

Me hablas de Mánchester y es todo increíble. Pero te vas allí en mitad de una pandemia, con lo que ello implica en cuanto a adaptación y, encima, con las limitaciones que había y hay. ¿Cómo lo llevaste y cómo lo llevas?

Pues no se puede decir que haya sido el mejor año para salir… Pero, al final, intento adaptarme a las circunstancias y que estas no me superen. Procuro estar siempre haciendo cosas y, por desgracia, hemos estado bastantes meses de lockdown. Y, el hecho de ser profesionales en el Manchester United, ellos también nos ponían sus propias restricciones. Por ejemplo, no juntarnos con gente. Incluso, a veces, entre las mismas compañeras tampoco para no contagiarnos todas en caso de que alguna diese positivo. Pero bueno, me ha ayudado mucho el poder estudiar en casa y salir a pasear cuando nos han dejado. He estado bastante activa dentro de lo permitido.

¿Y alguna vez te han superado esas circunstancias?

Sí. Obviamente. Siempre intento demostrar que estoy bien y que estoy súper feliz. Pero, por supuesto, he tenido días de bajón. De llorar. Estar muy agobiada. También, el esguince que me hice no ayudó. Fueron cuatro o cinco semanas fuera. Fueron momentos de mucho agobio. Aparte, se acercaban las fiestas y no sabía si por Navidad podría volver a España por el aislamiento y que aquí en Inglaterra estábamos bastante mal. Esto fue hacia noviembre. Fue un mes bastante complicado. Pero intenté llevarlo lo mejor posible. Porque ese mal momento que pasas tampoco se te puede notar sobre el campo.

Esto que cuentas no es baladí, porque lo que tú has sentido en el confinamiento también lo ha llegado a sentir muchísima gente. De hecho, la salud mental ha sido algo de lo que se ha hablado mucho a raíz de esta situación. ¿Tú como tiraste para adelante? 

Pues apoyándome en mi gente. Apoyándome mucho, mucho, en mi familia y mis amigos. Y, por supuesto, también con el psicólogo que tenemos en el club. Intenté hablarlo y me costó, porque yo soy una persona que se guarda mucho los sentimientos. Pero en aquel momento, poder hablarlo y contarlo me ayudó a sentirme mejor. Pero, apoyarme en los míos, fue clave.

Mánchester es un proyecto a largo plazo, como has comentado. Pero, ¿cuánto tiempo te llevó decidir que te mudabas? 

Al principio, cuando me llegó la oferta, recordé que desde pequeñita yo siempre había tenido la ilusión de poder irme fuera de España. Pero claro, no es lo mismo imaginártelo que planteártelo. Cuando llega la oferta y te lo planteas, impacta. Navidades fuera… Otro idioma… Empecé a hacer pros y contras y, en ese entonces, supe que era una oportunidad única y que no me lo tenía que pensar dos veces. Me decidí a irme.

¿Y en qué momento de la temporada te llega la oferta? Si lo puedes contar.

Sí. La oferta me llega cuando aquí en España ya estamos en cuarentena y las ligas ya se han suspendido. Se daba por cerrada la temporada y ya estábamos pensando en el año siguiente. En ese momento, llegó la oferta de Mánchester y, como digo, fue una oportunidad única.

Desde aquí, admiramos mucho Inglaterra por la cantidad de partidos y contenido de fútbol femenino que se da en la televisión. Afortunadamente, aquí lo podemos seguir en streaming. ¿A ti te sorprendió? 

¡Pues me sorprendió muchísimo y muy gratamente! También, sobre todo, por mi familia. Porque ellos pueden seguirme y ver todos los partidos. Me sorprendió bastante y también la profesionalidad de todo lo que nos rodea. Desde el club, a la liga.

Con todo el contenido que se ofrece allí, imagino que también mucha más gente se suba al carro. ¿Notas que en Inglaterra haya más apoyo que aquí? 

A ver, personalmente, yo sí que he notado que hay más apoyo. También te digo que yo me he venido a un club, el United, que de por sí tiene muchísimos fans. De hecho, es uno de los equipos del mundo con más seguidores. Entonces, yo, personalmente, lo he notado. También creo que tener más visibilidad permite a la gente que se interese más.

Ahora sí. Toda esta historia de la que hablamos y hablaremos comienza en Vilassar, donde llegas a ser capitana del Cadete A. ¿Cómo fue aquella primera experiencia y qué fue lo que más aprendiste?

Pues jugar con chicos te enseña a nivel físico. Ellos eran más grandes y eso te lleva a sacar la garra. Porque encima yo era muy pequeñita… [ríe] Los padres decían: ‘¿Cómo puede ser tan pequeña y a la vez ponerle esa garra que le pone?’.

Y encima, capitana. En un equipo de chicos, en los tiempos que eran…

Yo siempre digo que he tenido mucha suerte de tener los compañeros que tuve. Nunca me trataron diferente y jamás me despreciaron. Era una más de la plantilla y allí no había eso de ‘te miro mal porque eres chica y capitana’. Al contrario, todos éramos un muy buen grupo y disfruté mucho.

 

“Cada salto que he hecho en mi carrera ha sido para mejorar y dar un paso hacia adelante. Hasta la fecha, he acertado con mis decisiones y estoy orgullosa de todo lo que he hecho”

 

Luego llega el Barça. ¿Fue un cambio grande?

Sí. Desde luego. Pasar del club de mi pueblo a todo un Barça implica muchos cambios. Por ponerte un ejemplo, para entrar a jugar allí tuvimos que pasar unas pruebas. Lo principal fue la magnitud de cambiar Vilassar por el Barça. También de pasar de jugar con chicos a hacerlo con y contra chicas. Pero yo quería estar en el Barça. No me lo pensé y mis padres tampoco me pusieron ninguna pega. Ellos siempre han querido lo mejor para mí y lo que me gustase a mí.

Siempre he escuchado mucho eso de “voy a hacer las pruebas a X club”. Yo nunca he hecho ninguna prueba de nada. Así que, ¿en qué consisten esas pruebas?

Pues te citan a algunos entrenamientos con muchísimas otras chicas en la Ciudad Deportiva. Entrenas con tus compañeras, que también están a prueba. Y de ahí van sacando a las jugadoras con las que quieren contar para el equipo. Al final pues seleccionaban a unas jugadoras y a otras las descartaban.

Quemas etapas en las categorías inferiores del Barça y llegas hasta el filial. ¿Por qué no esperaste al primer equipo?

Pues porque creía que ya estaba capacitada para jugar en Primera División y quería tener esos minutos en la máxima categoría. Entonces, no me lo pensé mucho y me fui al Madrid CFF. Fue un gran paso y tuve la suerte de jugarlo todo. Me ayudó a crecer como persona y futbolista.

A eso íbamos ahora. Además, aquel año, el Madrid CFF debuta en la categoría y hacéis un gran año. ¿Cómo fue ese cambio de Barça a Madrid CFF?

Pues fue un cambio grande. Pasar de Segunda a Primera, la calidad, la intensidad de cada partido… Se notaba en todo. Pero creo que, en líneas generales, hicimos una temporada excelente.

Una persona que juega en el Barça se acostumbra a ganar. ¿Cómo es eso de pasar a un equipo en el que las victorias son más complicadas de lograr y no se gana, prácticamente, cada fin de semana?

Pues es importante no estar tan bien acostumbrada a ganarlo todo. Fue un gran aprendizaje para mí porque yo llegaba de un club en el que lo ganábamos prácticamente todo. Aprendí que no siempre se gana y que, para conseguirlo, tienes que pelear. Tienes que trabajar duro. Que hay muchos equipos y muy intensos. Que juegas contra jugadoras que te ganan en experiencia y que, por mucho que tengas calidad, la experiencia es un grado. El Madrid CFF fue el primer paso para seguir madurando.

En Madrid solo estuviste un año. ¿Esperabas que fuese una aventura tan efímera? 

Es que no pienso en esas cosas. No me planteaba los años que tenía que estar. Yo intento vivir el día a día y trabajar duro y lo que tenga que venir, vendrá. Y eso fue un poco lo que pasó en Madrid. Fue un año maravilloso, pero me vino la oportunidad de ir al Levante. Creo que cada salto que he hecho en mi carrera ha sido para mejorar y dar un paso hacia adelante. Hasta la fecha, he acertado con mis decisiones y estoy orgullosa de todo lo que he hecho.

Al Levante llegas lesionada. ¿Cómo fue esa entrada al club y cómo te recibieron? 

¡Me recibieron súper bien! Es verdad que al ir al Levante, ellos estaban haciendo un proyecto que dura todavía hoy. Pues iba con las ganas de ganarme un puesto desde el primer minuto. Y claro, me lesiono a nada de irme para allí. La situación se me vino un poco encima. Pero bueno, pasé la lesión y tuve la suerte de tener minutos y continuidad. Acabé jugando y, al final, ese era el objetivo.

Ese segundo año en el Levante, que acaba siendo tu último año, termina con la pandemia. ¿Te queda la espinita de no haberte despedido como me imagino que te hubiese gustado?

Claro. Al final, cuando te vas de un club que te ha dado tanto, quieres despedirte de una mejor manera. Pero, por otro lado, tampoco podíamos hacer nada por culpa de la pandemia. Intenté despedirme de la mejor forma posible.

Ona Batlle, en un partido disputado en Old Trafford.

Toda esta trayectoria de la que estamos hablando también te ha permitido llegar a la selección absoluta. Ahora eres bastante regular en las convocatorias de Jorge Vilda, estáis clasificadas para la Eurocopa. ¿Dará España la campanada?

Hombre, pues para eso estamos trabajando. Estamos con muchas ganas de poder dar esa campanada. Calidad hay de sobras. Espero y tengo la confianza de que vamos a hacer grandes cosas.

Aquí hay mucho optimismo al respecto. Ya que, además, en categorías inferiores se han ganado títulos. ¿Nos esperan años dorados?

¡Por supuesto! Es que hay muchísima calidad en España. Incluso eso se nota en las convocatorias de la selección. Es que podrían ir muchísimas personas convocadas. ¡La pena es que son plantillas de 23 y no pueden ir todas las que realmente valen! Que, como digo, son muchas. Aquí hay muchísima calidad y eso hace que haya cierto optimismo. Porque, como dices, venimos de categorías inferiores en las que se han ganado Eurocopas y Mundiales y esperamos que eso se traslade también a la absoluta. Lo que pasa es que, también te digo, hay muchísimo trabajo por hacer.

Por poner un ejemplo. En la próxima Eurocopa. ¿En qué posición quedarías satisfechas de decir: “hemos hecho un buen papel”?

Nosotras vamos con la mentalidad de ganar esa Eurocopa. No tenemos satisfacción en algo que no sea ganar. Vamos a ir a por todas.

¿Qué diferencia hay entre jugar en Mánchester y hacerlo con la selección?

Jugar con España es un orgullo. Compartir vestuario en la selección con futbolistas que, para mí, son de las mejores del mundo, es un placer. Ya no solo estar con las compañeras, sino formar parte de esa selección. Es un sueño. El sueño de todas las niñas que están creciendo en el fútbol femenino.

Ahora ya eres regular en las listas de Jorge Vilda. Pero, ¿cómo fue esa primera vez? O Cada vez que ves tu nombre en la lista.

Yo cada vez que veo mi nombre en esa lista… Es una adrenalina por dentro. Es un orgullo el poder disfrutar del fútbol que se juega en la selección. Poder disfrutar de mis compañeras y aprender de ellas en los entrenamientos. Es todo orgullo.

Esto ya sé que no es así y que, evidentemente, vosotras no lo veis de la misma forma. También que trabajáis muy duro para lograrlo. Pero, desde fuera, periodistas o aficionados al fútbol femenino muchas veces ya damos por hecho que X jugadora va a estar en esas listas. ¿Tú, personalmente, lo has sentido alguna vez? 

Para nada. Yo no pienso en eso. Es más, mis padres siempre me han inculcado lo de no hacerme ilusiones. Ellos siempre me dicen que haga mi trabajo y que, si fruto de eso, me llama la selección, pues entonces ya iré. Pero nada de hacerme ilusiones porque al final, y como te he dicho, hay tantísima calidad en nuestro fútbol que cualquiera pueda ir a la selección. Entonces mis padres me meten esa incertidumbre de no hacerme ilusiones y seguir trabajando. Yo, la verdad, es que disfruto de lo que tengo en el día a día. Si me llama la selección, voy y la disfruto al máximo. Intento eso, vivir en el día a día y no pensar en suposiciones.

Y siendo lateral pero con mucha vocación ofensiva. Entonces, ¿por qué no extremo?

A ver, me encanta defender. Me encanta, de verdad. Y esa es una de mis virtudes, creo. Me encanta defender en el uno contra uno. Me gusta muchísimo que me encaren. De hecho, tenía muchas peleas con Eva Navarro cuando entrenábamos en Levante. Ella es una de esas extremos tan verticales que, a mí, me ha costado más defender. Entonces, en los entrenamientos o en la selección nos picábamos mucho. Pero en plan risas, ¿eh? La verdad es que, como te digo, me gusta estar abajo y defender.

Eso de defender no está al alcance de cualquiera. Me explico. Delanteras o atacantes, cuando fallan, no tienen la misma responsabilidad que cuando lo hace una defensora, que prácticamente puede ser un gol en contra.

Exacto. Pero, a ver, en cualquier posición cada una tiene sus responsabilidades. También te digo que, cuando juego, no tengo ni siento ninguna responsabilidad. Yo solo intento disfrutar y hacerlo lo mejor posible.

¿Cómo llegas hasta la posición de lateral? ¿Jugaste antes en otras posiciones?

¡No! A ver, empecé a ser lateral cuando empecé a jugar en fútbol 11. En fútbol 7 no puedes encontrarte en ese lateral. Pero, desde entonces, siempre me pusieron en esa posición.

Has jugado tanto en el lateral derecho como en el izquierdo. De hecho, creo recordar que en Levante partías más desde la derecha y en cambio en Manchester lo haces desde la izquierda. ¿Cuál prefieres?

Pues me gustan los dos. Obviamente, soy diestra y jugar en la derecha me gusta mucho. Pero, también por la izquierda me siento súper cómoda. Te diría más: creo que he jugado más en el lateral izquierdo que en el derecho. Por eso, y como te he dicho hace un rato, ahora que juego más en la izquierda estoy intentando mejorar más mi golpeo con la zurda. Al final, el objetivo es ser lo más completa posible. Por eso, tampoco te puedo decir cuál prefiero porque es indiferente. Me gustan los dos. Bueno, ¡Me gusta jugar! ¡Donde sea!

De Madrid hasta Mánchester. De todo lo que hemos hablado e incluso la selección, en tan solo tres años. ¿No da vértigo?

La verdad es que no. No da vértigo porque soy una persona muy exigente. No importa que esté en Mánchester o en la selección porque sé que tengo muchísimas cosas por mejorar de mí misma. Entonces, mi objetivo es seguir creciendo y no me fijo en mi pasado ni donde estoy. Claro que sé que estoy en Mánchester y en la selección, pero el objetivo es asentarme y eso no me impide el querer seguir creciendo y mejorando día a día. No pienso en el pasado. Me centro en el presente y en labrarme un buen futuro.

Pues hablando de futuro. ¿Qué nos espera de Ona Batlle? 

Espero tener continuidad en mi progresión. Intentar ser lo más completa posible y mejorar tanto defensivamente como ofensivamente. Quiero seguir mejorando.

 


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Fotografías cedidas por Ona Batlle.