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Despedida, injusticia y olvido en el Levante UD

La crisis de la sección masculina del club, en Segunda, entorpece el presente y el futuro de uno de los equipos históricos del fútbol femenino español

El 26 de enero, Mayra Ramírez dejó el Levante UD para fichar por el Chelsea. Dos semanas después, marcó el único gol en la victoria de las ‘Blues’ frente al Crystal Palace, que las clasificó para los cuartos de final de la FA Cup. El Levante se despidió de una de sus estrellas, una delantera polivalente y con gran capacidad física. Desde su llegada en 2022, la colombiana había marcado 20 tantos en 32 partidos. El club azulgrana la cambió por medio millón de euros, cifra que en ese momento supuso el traspaso más caro de la historia del fútbol femenino.

Antes del FC Barcelona, en España reinaba otro equipo arrollador, que ganaba ligas invicto y goleaba a las rivales. La historia del futfem español, los avances logrados y las oportunidades aún por explotar, no se entiende sin el Levante, una de las primeras entidades españolas en incluir una sección femenina. Durante la primera década del siglo XXI, fue el mejor conjunto del país, y la selección española estaba formada en gran parte por jugadoras ‘granotas’. Ganaron seis Copas de la Reina, cuatro Ligas y una Supercopa, y lograron el triplete doméstico en la temporada 2000-01. Además, ese mismo curso, fueron el primer cuadro femenino español en participar en la Champions League (entonces UEFA Women’s Cup). En 2004, ya protagonizaron una celebración conjunta de ambas secciones, tras el ascenso de los hombres a Primera División y la conquista de la Copa de la Reina por parte de las mujeres. En toda su historia, el Levante Femenino nunca ha finalizado una temporada liguera en un puesto inferior al octavo.

 

Antes del Barça, en España reinaba otro equipo arrollador, que ganaba ligas invicto y goleaba a las rivales. La historia del futfem español, los avances logrados y las oportunidades aún por explotar, no se entiende sin el Levante

 

Hoy, la situación económica del conjunto es delicada. Esta realidad va estrechamente ligada a la crisis deportiva del masculino, que al estar en Segunda División provoca que toda la entidad se vea obligada a andar con pies de plomo. La pandemia de Covid-19 trajo problemas financieros a todos los clubes deportivos. En el caso del Levante, estos se agravaron con el descenso a la categoría de plata en la temporada 21-22 y el intento fallido de volver a Primera en la siguiente. Desde el club estaban convencidos de que se lograría el ascenso, pero las previsiones y los planes se vieron frustrados, y eso las arcas lo siguen notando.

Actualmente, la institución acumula 107 millones de euros en deudas, el masculino es undécimo en Segunda, y se respira un aire de incerteza e inestabilidad. En septiembre del año pasado, Pablo Sánchez tomó el relevo de la presidencia tras los 13 años de ejercicio de Quico Catalán. El 19 de febrero, el técnico del masculino Javi Calleja fue despedido, y el director deportivo Felipe Miñambres tomó las riendas del equipo para tratar de revertir la situación.

 

La prioridad del club, sin duda, es el masculino. Volver a Primera a cualquier precio. Esto ha supuesto recortes en otras alas de la entidad

 

La prioridad del club, sin duda, son ellos. Volver a Primera a cualquier precio. Esto –como suele pasar cuando la sección más mimada no se sostiene– ha supuesto recortes en otras alas del club. En diciembre del año pasado, José Danvila, consejero delegado y también inversor del Levante UD, explicó el plan de viabilidad y las medidas que se tomarían para salir de la crisis. “Cada euro va a ser para potenciar el primer equipo con tal de subir a Primera”, sentenció. “Cualquier sección adicional que no sea sostenible por sus propios recursos tendrá que desaparecer”. Explicitó que el presupuesto del femenino también se vería reducido.

La reacción a estas palabras no se hizo esperar. Sánchez Vera, entrenador del ahora ex equipo de Mayra Ramírez, escribió “Pues hasta aquí hemos llegado…” en su cuenta de X. La primera gran consecuencia visible de estos recortes ha sido la marcha de la atacante colombiana, pieza clave en el conjunto del técnico. En principio, cada sección de la entidad ‘granota’ es independiente, lo que significa que tanto las pérdidas como los beneficios son propios. Los 500.000 euros de la venta de Mayra, por tanto, deberían servir para compensar esta retirada de fondos. Más allá de eso, el Levante continúa tercero en la clasificación de la Liga F, a cuatro puntos del segundo (Real Madrid). Luchará por entrar en Champions y continuar el camino que comenzaron las pioneras de aquella temporada 2000-01. Sin embargo, las palabras de Danvila, la venta de Mayra y los recortes sugieren que, pese a todos los avances, su trayectoria seguirá dependiendo del rendimiento de los hombres. Mientras, en Inglaterra, Mayra competirá por todo en un equipo que, tras la lesión de su estrella Sam Kerr, pudo hacer un desembolso importante para reemplazarla.

 


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Fotografía de Getty Images.