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RESUMEN DEL AÑO: ASÍ FUE 2017

INTRO_

LO QUE 2017 NO FUE

No fue el año en que Buffon ganó la Champions. Ni el año en que el Madrid la perdió.

No fue el año en que Aritz Aduriz, Joaquín, Iniesta o Xabi Prieto levantaron el pie del acelerador.

No fue el año en que Monchi volvió a hacer el amago de irse del Sevilla para acabar quedándose.

No fue el año en que Diego Costa dejó de hacer las cosas que hace Diego Costa.

No fue el año en que otra rotura de ligamento cruzado tumbó la voluntad de Sergio Asenjo.

No fue el mejor año para ser entrenador de la UD Las Palmas.

No fue el año en que Zidane perdió su sonrisa ni Luis Enrique encontró la suya.

No fue el año en que Joachim Löw aprendió que un banquillo sigue sin ser un lavabo.

No fue el año en que dejamos de hacer chistes con el nombre del videoarbitraje.

Y no, definitivamente 2017 no fue el año en que al padre de Neymar la declaración de la renta le salió a devolver.

Torres, y con él todo el Atleti, se despide del Calderón

INTRO II_

Y LO QUE SÍ FUE 2017

bloqueoscar

Oscar a la mejor película
Moonlight
Barry Jenkins

bloquepaz

Nobel de la Paz
Campaña internacional
contra las armas nucleares

bloquemusica

Mayor éxito musical
Despacito
Fonsi & Yankee

bloquecampeon

Liga de Campeones
Real Madrid
vs Juventus (4-1)

bloquemarca

Pichichi de la liga
Lionel Messi
FC Barcelona (37 goles)

bloquebota

Balón de Oro
Cristiano Ronaldo
Real Madrid/POR

El método Marcelino y otros milagros

TÁCTICA_

LA MODA ES EL 4-4-2

Sabemos que cualquier tendencia en música, en cine, en moda, es susceptible de desaparecer y tras años de olvido volver a nuestras vidas para seducirnos de nuevo. Con las tácticas futboleras ocurre algo parecido. Parecía que la defensa de cinco estaba más anticuada que las camisas de cuadros, y ahí las tenemos a ambas: totalmente recuperadas en España gracias a Pablo Machín. El técnico soriano ha hecho del Girona el adalid del ‘carrilerismo’, con Maffeo y Aday haciendo más kilómetros que el Coche Fantástico.

Sin embargo, el módulo táctico que más ha sorprendido este año por su renovada popularidad ha sido el 4-4-2: ya sea plano o en rombo, este dibujo que causó furor en los 90 ahora mismo figura en las pizarras de la mitad de los clubes de Primera. La consolidación de Isco en el Madrid a principios de año insinuó una senda por la que ya transitaban el Atlético del Cholo, el Villarreal de Escribá o el Eibar de Mendilibar. En verano un inesperado adepto se sumó a la moda retro: el Barça, en cuyo ADN parecía grabado a fuego el 4-3-3, perdió una pata del tridente y la reemplazó con otra que antes de convencer a nadie se había lesionado en el Coliseum Alfonso Pérez. Fue entonces cuando Ernesto Valverde le dio carrete a un centrocampista de 29 años recién aterrizado de la liga china. Lo rápido que Paulinho ha callado bocas en Barcelona ya forma parte de la inagotable historia de las predicciones erradas del fútbol.

El ascenso del Getafe de Pepe Bordalás -quien en este 2017, a sus 53 años, por fin ha debutado como técnico en la máxima categoría- reforzó la tendencia al 4-4-2, pero el espaldarazo definitivo se lo dio Mateu Alemany al encargarle a Marcelino García Toral reflotar su Valencia CF. Marcelino es el 4-4-2: ha abrillantado esa propuesta en cada una de sus estaciones profesionales, hasta que ahora, al llegar al Turia, ha obrado un milagro. En apenas seis meses, el Valencia vuelve a estar arriba. Y el 4-4-2, gracias a muchos pero sobre todo a él, vuelve a estar de moda.

Zinedine Zidane, manteado tras ganar la 33a Liga del Real Madrid

ESTRELLAS_

LA MADUREZ DE
MESSI Y CRISTIANO

Desde hace algunas temporadas, el reto tanto de Lionel Messi como de Cristiano Ronaldo ya no es ser el mejor jugador del mundo. Es seguir siéndolo. Que es diferente. Anclados en la cúspide de nuestro deporte, argentino y portugués se han ido quedando solos en el cuadrilátero dónde se pugna por los galardones individuales. Hace una década que ningún otro futbolista gana un Balón de Oro o un The Best. El último fue Kaká, por cierto, que justo acaba de retirarse.

Aunque para mantenerse en ese primer escalón, ambos futbolistas han ido asimilando nuevos registros que les han ayudado a afianzar sus respectivos liderazgos. Algunos de las cuales, curiosamente, no tienen una relación directa con el apartado futbolístico. En el 2017, por ejemplo, Ronaldo acabó de entender que más importante que meter muchos goles es firmar los decisivos, y para eso aceptó jugar menos con tal de llegar más fresco a las etapas decisivas del mismo, en las que volvió a marcar la diferencia, erigiéndose como detonante ofensivo de un Real Madrid que besó el metal de la Champions y de La Liga.

Y Messi, por su parte, también introdujo una nueva dimensión a su figura. En este caso de un alto poder simbólico. Las imágenes. No se recuerda un año en el que el ’10’ se recreara tanto en esta faceta. Sobresalen tres, todas de festejos. Las dos del Bernabéu, una mostrando su camiseta a la grada rival y otra con los brazos abiertos, y la de la remontada en el Camp Nou contra el PSG. Messi ha sofisticado su propio relato. Ya no solo regala jugadas de ensueño: ahora también deja fotografías que ayudarán a medir su huella en el futuro. [Texto: Marcel Beltran]

Leo Messi en el Bernabéu

MEDIOS_

LOS RIESGOS DE LAS OPINIONES EXPRÉS

Obligados como estamos al análisis no ya diario sino instantáneo, acostumbrados al goteo de informaciones repentinas y opiniones fugaces, al directo riguroso y al timeline permanente, en 2017 la realidad se ha empeñado en dejar(nos) a los cronistas en mal lugar. Lo que parecía un equipo de leyenda llamado dominar el fútbol durante la siguiente década tras ganar su tercera Champions en cuatro cursos ha acabado el año a 14 puntos del líder y transmitiendo sensaciones de juego más bien grises. El otro grande, que en agosto se desmoronaba como un edificio en ruinas, luce estas Navidades restaurado y con unos cimientos a prueba de terremotos. En el Wanda Metropolitano han pasado de admirar Griezmann a silbarlo para acabar aplaudiéndolo de nuevo, mientras el equipo primero dudaba y luego recuperaba su fe cholista, que probablemente nunca perdió. El Sevilla más caro de la historia le ha negado los turrones a su entrenador mientras que el Valencia, tan pirotécnico en los últimos dos años, ha tardado apenas cuatro meses en olvidarse de los petardos.

No es algo exclusivo de nuestro fútbol. En marzo, algunos se afanaron en presentar la eliminación europea del Manchester City a manos del Mónaco como la prueba definitiva del fracaso de Pep Guardiola. Hoy el City mira a sus rivales de la Premier como Pau Gasol a un niño y quizá alguno de aquellos críticos se relama ahora ante la coreografía semanal de los De Bruyne, Sterling, Silva y compañía. No tenemos tiempo para dejar reposar la actualidad y la falta de perspectiva nunca auguró una panorámica acertada. Quienes estamos dentro de la noria, a veces, tenemos la sensación de que más bien somos un hámster en su rueda. No podemos dejar de correr. Y cada vez hay que ir más rápido, o la rueda nos sacará volando. Pero eso no quiere decir que acertemos. Ni siquiera de vez en cuando.

Tutti siamo Totti

FINANZAS_

CON NEYMAR SALTÓ LA BANCA

Podemos ponernos románticos con la despedida de Totti, el último gran one club man del fútbol mundial, pero no nos engañemos: en este 2017 nadie ha hecho correr más ríos de tinta y píxeles que el fichaje de Neymar por el PSG. Un movimiento estratosférico que exigió tres excesos: exceso de confianza por parte de la directiva del Barça, exceso de ambición por parte del entorno del jugador y exceso de millones por parte de la propiedad del PSG. Y lo que parecía imposible “al 200%”, sucedió: Neymar a los pies de la Torre Eiffel, previo pago de 222 millones de euros. ¿Acaso alguien cree que será la última camiseta que vista en su carrera?

Su transfer, y el posterior de Mbappé, desataron el recelo en los despachos de los ‘clubes bien’ de Europa. Eran semanas en las que el City también iba repartiendo billetes a cambio de defensas y un portero. Madrid, Bayern, Barça y Juve, la aristocracia de toda la vida, reclamaban Fair play financiero y algunos de sus dirigentes se rasgaban los trajes de Hugo Boss mientras pronunciaban palabras como ‘moral’ o ‘ética’. Millonarios ‘okupas’, ¿a que eso aún no lo habíais visto?

Pues el año ha acabado con un nuevo récord: más de 85 millones por un defensa relativamente desconocido. Así que en este 2017 hemos tenido al portero más caro, Ederson; al defensa más caro, Van Dijk; al delantero más caro, Neymar… y también al centrocampista más caro. Porque nadie tuvo millones suficientes para alejar a Totti del Olímpico. Ni los tendrá nunca.

Montilivi se ha hecho de Primera en este 2017

REVELACIONES_

‘ISLANDIZACIÓN’ EN EL CÉSPED

Quizá algún día no haga falta jugar los partidos y con mirar la lista Deloitte de los clubes más ricos nos baste para hacer las clasificaciones. Pero aún no: afortunadamente, la traslación potencial económico-rendimiento deportivo no siempre se cumple. Es verdad, en 2017 no hemos tenido un Leicester que llevarnos a la boca, porque lo de Ranieri con Kanté, Vardy y Mahrez fue una alineación cósmica que ríete tú del cometa Halley. Sin embargo, hemos tenido pequeños destellos que nos hablan de un deporte todavía impredecible y abierto a las sorpresas. O eso queremos pensar algunos.

Por tercera vez en los últimos cuatro años, en la Liga española se ha plantado un club que nunca antes se había visto en otra igual. Tras Eibar y Leganés, este año le llegó el turno al Girona, que ya había flirteado antes con el ascenso sin lograrlo. Constancia, perseverancia y mucho acierto en la secretaría técnica y el banquillo. Así que ojo con el Huesca, que acaba 2017 con cara de Primera. Semejante camada de novatos respondones tiene su reverso: históricos en horas muy bajas. El Real Zaragoza boquea en Segunda para tratar de no perder pie, espantado por el descenso que el Mallorca protagonizó el pasado verano. Como los bermellones, en Segunda B batallan Racing de Santander, Hércules, Elche o Recreativo de Huelva para tratar de volver no ya a la Liga Santander sino a la 123.

Aunque para bancos los de Islandia, que hace 10 años dejaron al país tiritando de vergüenza. Hoy la isla del Atlántico Norte vuelve a estar orgullosa gracias al fútbol. Después de debutar -y cómo- en la Eurocopa de Francia, los de Heimir Hallgrímsson representarán en Rusia a la nación más pequeña que nunca haya jugado un Mundial. Todo un milagro el ocurrido en este 2017, no tanto por clasificarse con una población equivalente a la ciudad de Alicante… sino por lograr que alguien en España sepa pronunciar de carrerilla el apellido del seleccionador islandés.

El Estadio Wanda Metropolitano, el día de su inaguración

ESTADIOS_

FIEBRE EN LAS GRADAS

Con los restos de la burbuja inmobiliaria todavía calientes, hay pocos sectores en España que mantengan una propensión al ladrillo mayor de la que muestran sus clubes de fútbol profesionales. 2017 ha sido el año del emotivo cierre del Calderón y de la ambiciosa mudanza atlética al Wanda Metropolitano, pero también el de las obras de reforma en Balaídos, del cierre del gol sur en el Villamarín, del inicio de la ampliación -ya sin pista de atletismo- de Anoeta, de las obligadas obras de adecuación de Montilivi, de la presentación del proyecto para dotar a Riazor de unas nuevas cubiertas y -oh, sorpresa- de la reanudación del Nou Mestalla, ahora escalado a una versión más asumible que en su faraónica concepción inicial.

Semejante trajín de volquetes y taladros completará una renovación del mapa de los estadios españoles de elite en apenas una década: los nuevos, como San Mamés o el RCDE Stadium, o los remozados, como el Sánchez Pizjuán o el Ciutat de València, son mayoría frente a los que aún esperan a las cuadrillas de obreros. Entre estos últimos destacan los más grandes del país, Camp Nou y Bernabéu. El coliseo blanco -cuya reforma vio la definitiva luz verde municipal en mayo- podría empezar a mudar la cara el próximo verano si Florentino Pérez consigue la financiación necesaria (unos 400 millones de euros). Algo más retrasado parece el nou Camp Nou, aunque en noviembre club y ayuntamiento desencallaron la reforma de los terrenos colindantes. Ambos estadios deberían estar listos para 2022.

Mucho antes entrarán en servicio los recintos que Rusia se ha apresurado a finiquitar durante 2017, entre prisas, sobrecostes espantosos (incluso para los estándares españoles) y protestas por las pobres condiciones laborales de los obreros: todo sea por llegar al Mundial del próximo verano. Unos meses después, en otoño, está prevista la inauguración del nuevo White Hart Lane en Londres, cuyas obras han trasladado esta temporada a los Spurs a Wembley. Aunque el auténtico pelotazo para Mauricio Pochettino sería asegurarse de que Harry Kane todavía juegue en su equipo para entonces.

KdB y Pep, fútbol con todas las letras

PREMIER_

PEP IN THE CITY

El 1 de febrero de 2016 el Manchester City anunciaba oficialmente la contratación de Josep Guardiola i Sala para su banquillo de cara a la temporada siguiente. Casi un año después, el entrenador catalán ya se había estrenado con nota en el cargo -ganó los primeros diez partidos oficiales del curso-, ya había revelado algunas evoluciones de su ideario -centrocampistas más dinámicos que cerebrales, por ejemplo- y ya había aprendido a convivir bajo los focos de una liga que llevaba mucho tiempo ansiando su desembarco. Aunque su primera campaña al frente de los sky blues se cerró con más flashes que confeti, obteniendo un desaborido tercer puesto en la competición doméstica (el podio lo encabezó el Chelsea) y tropezando en cuartos de la Champions -Pep, como técnico, siempre había alcanzado las semifinales del torneo-, esa primera toma de contacto supuso exactamente lo que el de Santpedor deseaba: un calentamiento forzoso para el despegue definitivo. Solo hace falta descender al presente para ratificarlo. Ya completamente amoldado a la propuesta de su mentor, el Manchester City es, actualmente, el equipo que mejor juega del planeta. Machaca los partidos como si fueran nueces, domina las estadísticas con una autoridad inaudita -mejor arranque jamás registrado en la Premier- y a estas alturas la pregunta es si alguien se atreverá a toserle en la Copa de Europa a partir de febrero, cuando se descorchen los octavos.

Si todo sigue fluyendo en esa dirección, y los Kevin De Bruyne, David Silva o Leroy Sané no reducen la marcha, lo lógico es que Guardiola se plante en verano con los dos puños en alto. Ni tan siquiera Harry Kane está consiguiendo hacerle sombra en el plano individual. Y eso que el ariete del Tottenham se lo está currando: máximo artillero del mundo en 2017. Casi nada. [Texto: Marcel Beltran]

El heredero y su heredero

LIGUE 1_

PARÍS, MONSTRUO DE DOS CABEZAS

Neymar Júnior y Kylian Mbappé. Kylian Mbappé y Neymar Júnior. Resguárdate de uno o protégete del otro, que te van a golpear los dos. 2017 será ya para siempre el año en el que se inauguró definitivamente el alcázar parisino, construido lingote a lingote por Nasser Ghanim Al-Khelaïfi. Lo mejor, por lo que se ve, estaba reservado para el final. La estructura se completó este verano con el levantamiento de dos torres cuya silueta puede advertirse desde cualquier rincón del mapa continental. Las guindas tenían precio: 402 millones de euros entre las dos. Neymar es la estrella confirmada, el producto pulido, el principal candidato a destronar tarde o temprano a Cristiano y a Messi en el trono. Mbappé, por su parte, hasta hace poco era la promesa ideal, el futbolista del futuro. Ahora, visto su rendimiento en los primeros compases del curso, empieza a ser bastante injusto no considerarle también como un fenómeno del presente.

Precisamente este chico de tan solo 19 años que hoy cabalga con descaro por el frente ofensivo del PSG es el responsable de que el otro gran protagonista del año en el fútbol francés haya sido el Mónaco, su anterior equipo. Con Mbappé en estado de gracia y Leonardo Jardim domesticando una plantilla cargada de talentos ocultos, los del Principado cerraron la primera parte de 2017 arrebatándoles la Ligue 1 a los poderosos capitalinos y alcanzando las semifinales de la Champions. Un soplo de aire fresco que, en tiempos de creciente desigualdad económica y competitiva entre contendientes, no viene nada mal. [Texto: Marcel Beltran]

Parece cabreado pero a sus 30 años, Nagelsmann puso al Hoffenheim en Europa

BUNDESLIGA_

ROTACIÓN EXTREMA

Por quinto año consecutivo, la Liga española ha enviado a Europa el mismo quinteto: Barça, Madrid, Atlético, Sevilla y Villarreal llevan un lustro sin fallar a su cita con el pasaporte. Athletic, Valencia, Celta o Real Sociedad se han ido turnando como acompañantes, pero es imposible hablar de la historia reciente del fútbol continental sin mencionar a los cinco habituales de nuestro fútbol. Puede parecer reduccionista, pero ese núcleo de clubes viajeros parece muy consolidado. Quizá testimonio de que, más allá del duopolio, también hay un salto que separa a la clase media de la alta.

Hay países en los que eso no ocurre. Alemania es el paradigma de lo contrario: en las últimas cinco temporadas hasta ocho clubes diferentes han representado a la Bundesliga en la Champions y otros 12 en la Europa League. No les ha servido de mucho. Después de la final Bayern-Borussia de la Liga de Campeones 2013, ningún otro club germano ha llegado a una final europea. En ese tiempo han disputado títulos continentales clubes de España, Italia, Inglaterra, Portugal, Ucrania y los Países Bajos. Es más, de todos los participantes teutones en los últimos cuatro cursos europeos sólo el Bayern ha pisado las semifinales.

Es verdad: la rotación hace de la Bundesliga un campeonato más abierto. Desde luego no en lo tocante a la primera plaza, permanentemente monopolizada por el gigante bávaro, pero sí en el resto de los puestos de cabeza. Sin embargo, esa rotación extrema ha derivado en una volatilidad en la que cada club que entra en Europa sufre al año siguiente. 2017 no ha sido diferente. Hoffenheim y Friburgo no superaron sus rondas previas. Borussia, RB Leipzig, Colonia, Hertha y de nuevo el Hoffenheim cayeron en sus fases de grupos. A la espera de lo que hagan los dos rebotados de Champions en la Liga Europa, solo queda el Bayern. Como siempre.

¿Higuaín?¿Quién se acuerda de él?

SERIE A_

¿FIN DE LA DICTADURA
JUVENTINA?

El año empezó de la misma manera que lo había hecho durante el último lustro. Nadie era capaz de cuestionar la superioridad de una Juventus que a mediados de año, cuando se deciden los títulos, repitió la historia de siempre: imperial dentro de las fronteras transalpinas, con el tercer doblete de Scudetto y Coppa consecutivo; pero incapaz de ampliar sus dominios por el Viejo Continente, cayendo por séptima vez en una final de la Copa de Europa, esta vez, de manera estrepitosa ante un Real Madrid muy superior. Tras el verano, los cimientos en los que se había asentado la intratable Vecchia Signora parece que se tambalean por primera vez desde que el club retomara la senda de los éxitos ante la irrupción definitiva de los otros candidatos a liderar el calcio.

El Nápoles empieza a dibujar sobre el césped el fútbol preciosista con el que sueña Maurizio Sarri entre que se consume un cigarro y enciende el siguiente. Mientras Marek Hamsik y Lorenzo Insigne se han encargado de poner la magia y el espectáculo en el césped, la explosión goleadora definitiva de Dries Mertens en este 2017 ha sido una de las razones de mayor peso para ver al equipo partenopeo en lo más alto de la Serie A. Los goles del ariete belga despegaron en enero y no han puesto freno hasta las últimas semanas, en las que el equipo se ha acordado de sus goles. El Inter, por su parte, también ha encontrado vida en su goleador. Mauro Icardi ha sido la solución perfecta para volver a sembrar el pánico que hace no tanto imprimía a lo largo y ancho del país. Aunque no solo en Nápoles y en Milán encontramos buenas vibraciones, porque las noticias positivas también llegan desde la capital, donde ha surgido un atisbo de esperanza a los dos costados de la Roma futbolística.

El que no está y, de momento, aún no se le espera, es el Milan, que sigue empecinado en dilapidar no solo cantidades sonrojantes de dinero sino la historia de un club que viaja dando tumbos, sin rumbo y con un descontrol que ni Genaro Gattuso sería capaz de frenar en sus tiempos con las botas puestas. Está por ver si 2018 demuestra que los cambios que se antojan en Italia son una realidad o si este fin de año ha sido un mero espejismo. [Texto: Jorge Giner]

Sigan, sigan…

TECNOLOGÍA_

QUIEN TIENE VAR
TAMBIÉN SE EQUIVOCA

Que las nuevas tecnologías acabarían encontrando su espacio en el fútbol es algo que ya se sabía desde hace mucho tiempo. Lo nuevo es que ya han llegado, y que tras unos cuantos meses operando en algunos de los torneos con más peso del globo, ha quedado claro que no son infalibles. El VAR (video assistant referee), ha protagonizado durante 2017 algunas situaciones delicadas que han puesto en duda ya no solo su tendencia a obstaculizar el ritmo del juego sino también su nivel de eficiencia. En la Copa Confederaciones, el chileno Jara propinó un codazo tremendo sobre la mandíbula del alemán Werner pero el colegiado del duelo, pese a contar con la ayuda de las pantallas, solo castigó la acción con una tarjeta amarilla. El escándalo sirvió al menos para dejarnos una cosa clara: por mucho que los colegiados tengan más y mejores recursos a su alcance, para impartir justicia en un choque siempre entrará en juego su subjetividad.

Otra cuestión son los propios errores mecánicos del sistema. En la Bundesliga se decidió que el VAR no actuase sobre el fuera de juego en los partidos, debido a los fallos presentados en reiterados encuentros. La tecnología, paradójicamente, se ‘humanizó’ a ojos de los aficionados germanos. En Francia el ‘ojo de halcón’ otorgó como válido un gol que no entró por completo: el árbitro sudó tinta para anularlo… ¡nueve minutos después!

Así que 2017 ha demostrado que por mucho que la tecnología se asiente en el fútbol, este no quedara liberado de la polémica. La pregunta que hay que hacerse es: ¿por desgracia o por suerte? Porque mientras tanto, en España, sin VAR ni ojo de halcón, 2017 ha sido el año de los goles fantasma. Y no creemos que sean los últimos, por mucho que llegue el tecno-arbitraje. [Texto: Marcel Beltran]

Gigi y su mala ventura

MUNDIAL2018_

ITALIA Y OTROS CATACLISMOS

Las lágrimas de Gianluigi Buffon han sido, sin duda, una de las imágenes más desoladoras que dejó la fase de clasificación al Mundial de Rusia del próximo verano. La azzurra no estará presente en una Copa del Mundo por primera vez en seis décadas y lo peor no fue el hecho, sino la forma en la que Italia se despidió del Mundial. El caos se apoderó de su selección hasta el punto de ver situaciones que demostraron por sí solas que se rompía en mil pedazos. De Rossi negándose a calentar, Insigne en lugares nunca habitados por él en el césped por culpa de las incomprensibles tácticas de Gian Piero Ventura y una sensación de que esa Italia correosa, ultracompetitiva e impenetrable que habíamos visto desde que el balón empezó a rodar en el país transalpino se perdió por completo en la repesca ante Suecia. Una imagen pobre, de selección y futbolistas sin alma, dejó a ‘Gigi’ sin el sueño de retirarse alzando de nuevo una Copa del Mundo como ya hiciera en Alemania’06.

Pero la de Italia no fue la única debacle inesperada en el camino a Rusia. Otras selecciones a las que se las suponía de antemano en la gran cita del verano de 2018 también perdieron el billete hacia tierras rusas. Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos protagonizó uno de los mayores chascos al verse superado por Panamá, Costa Rica y México. Aunque si hubo una selección que pasó de la gloria con sus triunfos en la Copa América al más profundo de los infiernos a base de polémicas, esa fue Chile. Desde el capitán Claudio Bravo hasta el último de la fila, pasando -obviamente- por Arturo Vidal y compañía, la selección chilena al completo quedó retratada por sus líos en el vestuario y acusaciones de poca profesionalidad.

De vuelta en Europa, nos hemos dado cuenta de que Holanda cada vez es menos Holanda. Y los tulipanes sueñan con ver pronto una nueva generación que ilusione del mismo modo que lo hacían Sneijder, Robben y van Persie cuando, juntos, vestían la oranje y, aunque no ganaran ni Eurocopas ni Mundiales, al menos los luchaban. [Texto: Jorge Giner]

Gerrard se retiró en 2016; los otros dos le siguieron en 2017

DESPEDIDA_

LOS JUBILADOS DE 2017

bloquecampeon

FRANCESCO TOTTI
Roma, 27.09.1976
Debut: 1993 (AS Roma)

bloquemarca

PHILIPP LAHM
Múnich, 11.11.1983
Debut: 2002 (Bayern)

bloquebota

XABI ALONSO
Tolosa, 25.11.1981
Debut: 1999 (Real Sociedad)

bloquecampeon

FRANK LAMPARD
Romford, 20.06.1978
Debut: 1995 (Swansea)

bloquemarca

ANDREA PIRLO
Flero, 19.05.1979
Debut: 1995 (Brescia)

bloquebota

RICARDO KAKÁ
Gama, 22.04.1982
Debut: 2001 (Sao Paulo)

bloquecampeon

TOMAS ROSICKY
Praga, 04.10.1980
Debut: 1998 (Sparta)

bloquemarca

ZE ROBERTO
Ipiranga, 06.07.1974
Debut: 1994 (Portuguesa)

bloquebota

DIRK KUYT
Katwijk, 22.07.1980
Debut: 1998 (Utrecht)