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Presidente Weah

El considerado mejor futbolista africano del siglo pasado, se ha convertido en el primer exjugador de fútbol en llegar a la presidencia de su país

Former international football star George Weah waves to supporters on April 28, 2016 at the his party's headquarters in Monrovia.Former international football star George Weah today said he would be a candidate in next year's presidential elections in Liberia -- his second bid for the post. As Sirleaf is ineligible to stand for a third term under Liberia's constitution, Weah is expected to face her vice president, Joseph Boakai, 71. / AFP / ZOOM DOSSO (Photo credit should read ZOOM DOSSO/AFP/Getty Images)

El fútbol y la política son dos conceptos que se repelen y se ligan constantemente. A veces, se pide que no se relacionen el uno con el otro; en otras ocasiones, parece imposible que no se cojan de la mano. El fútbol, como fenómeno social, se extiende más allá del césped y los futbolistas, por ende, actúan como portavoces de un pueblo o de una masa extensa. Por ello, cada vez es más habitual ver a exjugadores profesionales dando el salto a la política en sus respectivos países. Una de las mejores duplas ofensivas que ha dado la verdeamarelha, la de Romario y Bebeto, dejó de intimidar a las defensas rivales para ocupar cargos políticos. El primero es senador nacional en Río de Janeiro. El segundo, diputado en la Asamblea Legislativa. El Milan se ha destapado como un club con futuro político. Kakhaber Kaladze, Andriy Shevchenko y Gianni Rivera decidieron irrumpir en la vida política cuando dejaron de vestir de corto. Mientras el ucraniano tuvo un paso efímero, el georgiano es viceprimer ministro en su país y el ‘Bambino de Oro’ lleva desde 1987 metido en este mundo, llegando a ser subsecretario de Defensa en el mandato de Romano Prodi.

En Liberia, existe otro exrossonero que también lleva años vinculado con este mundo: George Weah. Es todo un símbolo futbolístico en un país que nunca ha destacado por un gran nivel en el deporte rey, fue el primer Balón de Oro nacido lejos del Viejo Continente y, con su fútbol, ubicó a Liberia en el mapa para aquellos que desconocían su procedencia. El mayor mito liberiano lleva años mudando su piel. Ha dejado atrás las botas, las medias y las espinilleras para vestirse de traje y corbata. Y si a finales del siglo pasado el país vibraba con sus goles, ahora lo hace por ver en él un referente social y político.

La presentación del George Weah futbolista es casi innecesaria. Reconocido como el mejor jugador africano del siglo XX, se hizo un nombre en Francia, brilló en el Milan y en sus últimos años probó suerte también en el fútbol inglés. Ya en aquel entonces, su implicación con Liberia y sus ciudadanos era máxima. Entre 1989 y 1996 tuvo lugar la primera guerra civil en el país africano y fue en esa época cuando Weah inició su labor humanitaria. Desde colaboraciones con Unicef en diversas campañas, hasta fundar un club de fútbol, el Junior Professionals, para ayudar a niños con pocos recursos.

En 2003, coincidiendo con el fin de la segunda guerra civil liberiana iniciada cuatro años atrás, George Weah puso fin a su carrera sobre el terreno de juego en una última aventura por los Emiratos Árabes Unidos en las filas del Al-Jazira. Se habían acabado los días reventando redes y dando auténticas exhibiciones de potencia, fuerza y calidad por los mejores estadios de Europa. Empezaba una nueva etapa en su vida y fundó un partido político, el Congreso para el Cambio Democrático (CDC), para presentarse a las elecciones generales de octubre de 2005. Tras una primera vuelta sin mayoría absoluta, en noviembre se realizó una segunda vuelta entre el mismo Weah y Ellen Johnson-Sirleaf. Pese a sacar mejores resultados en las primeras votaciones, el exfutbolista cayó derrotado con un 40,6 por ciento de los votos y Johnson-Sirleaf se convirtió en la primera mujer Jefa de Estado elegida democráticamente en un país del continente africano.

Pese a perder en su primer intento a ser presidente de Liberia, George Weah ha seguido su carrera política. En 2011, en unas nuevas elecciones generales, se presentó como número dos de CDC, por detrás de Winston Tubman y, de nuevo, hubo una segunda vuelta entre el CDC y el Partido de la Unidad, con la reelección de Ellen Johnson-Sirleaf como presidenta de Liberia pese a acusaciones de fraude electoral. Tres años después, consiguió el cargo de senador por la circunscripción de Montserrado con un 78 por ciento de los votos.

El pasado martes 10 de octubre se vivieron unas nuevas elecciones generales en Liberia. Ellen Johnson-Sirleaf pone fin a su segundo y último mandato y más de una veintena de candidaturas se presentó para relevar a la aún presidenta de Liberia. George Weah volvía a encabezar la lista del CDC después de ceder el número uno de la lista a Tubman seis años atrás. El actual vicepresidente, Joseph Boakai, partía como favorito, pero en la segunda vuelta de las elecciones, celebrada el pasado martes 26 de diciembre, George Weah se ha impuesto con un 61,5% de los votos, frente al 38,5% obtenidos por Boakai, con un 98% escrutado. Así, el que fuera ídolo en Liberia por su destreza con el balón en los pies es ahora el presidente del país.