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Gattuso, símbolo de la discreción

Con 35 años, Genaro Gattuso cuelga las botas para continuar su trayectoria en el banquillo del Palermo. Se abre una nueva etapa para el mito

Si algo ha garantizado Gennaro Gattuso en todos los equipos en los que ha jugado eso ha sido derroche físico, mentalidad, sacrificio e identidad. Con 35 años, ‘Ringhio’ cuelga las botas para continuar su trayectoria en el banquillo del Palermo. Lo hace en silencio, a la sombra de los focos, como ha hecho durante 18 años como jugador.

Sólo se vivir el fútbol de una manera: con sacrificio, entrega y responsabilidad“, explicaba Gennaro Gattuso en una entrevista publicada en el Panenka#14. Y es que la temporada pasada el italiano decidió trasladarse a Suiza para continuar jugando a fútbol de manera más relajada, aunque acabó asumiendo las riendas del equipo como jugador-manager. No sabe hacerlo de otra forma. Necesita liderar todo aquello con lo que se compromete.

gattuso2La trayectoria de Gattuso comenzó en Perugia, desde donde puso rumbo a Escocia. De allí, a Milán, donde se empezó a dar a conocer en 1999. En San Siro consiguió dos scudetti y dos Champions entre otros títulos. También fue campeón del Mundo con Italia en Alemania 2006. Pero eso no es lo más relevante cuando se habla del italiano. “Cuando ganaba algo no lo disfrutaba porque pensaba en la batalla siguiente“, sugería su cabeza inconformista. Le importaba más el cómo que el qué, y ese cómo siempre era fruto del trabajo y el sacrificio. Mostrarse permanentemente insatisfecho era clave para su progreso. “He estado regañando a muchos compañeros porque creía que no lo estaban dando todo. Aquí he aprendido a averiguar qué tipo de personas tengo en frente y por qué no les salían las cosas“, reflexionaba durante su estancia en el FC Sion suizo.

Gattuso ha estado 13 años consecutivos defendiendo los colores del Milan, donde siempre ha sido una pieza clave e imprescindible para cualquier entrenador. Nunca ha resultado una estrella mediática y siempre ha vivido a la sombra de otros cracks. Cuando es preguntado sobre qué ha supuesto él para el fútbol italiano no duda en contestar: “Un ejemplo para los jóvenes, todo lo que he conseguido lo he construido con trabajo, porque no tengo ningún don“.

Pero Gattuso sí tiene un don. Aunque menos vistoso que un regate, su fuerte es un tejido nervioso en constante estado de ebullición: “El día que deje de sentirme líder, dejaré el fútbol“. Sólo así se entiende que pasara a ejercer de jugador-entrenador en el Sion. Una condición que le ha llevado a regresar a Italia para dirigir el Palermo, recién descendido a la Serie B. ¿Su aval de tan sólo diez partidos como técnico? Los que lo conocen saben que lleva siendo entrenador desde que empezó a jugar a fútbol.

Nuevo reto en el Palermo

No será fácil levantar los ánimos en Palermo. Los rosaneros abandonan la Serie A, tras nueve años y algunas participaciones europeas. En Palermo apuntan como principal culpable de esta situación a Mauricio Zamparini, presidente del club apodado ‘El devora-entrenadores‘, que ha protagonizado nada menos que 45 destituciones desde 2001. Sin ir más lejos, esta temporada han ocupado el banquillo siciliano cuatro entrenadores distintos. Ironías del destino, cuando Zamparini fue preguntado en la presentación de Gattuso por si tenía previsto destituirle, contestó: “El mejor es el presidente del Sion (Christian Constantin), que despidió a siete técnicos en una temporada, yo soy sólo un aprendiz“. Uno de ellos fue el propio Gennaro Gattuso…

El centrocampista italiano tiene un reto apasionante: devolver al club rosanero a la Serie A. “De aquí a diez años me veo en un vestuario que huela a fútbol. Genuino, verdadero, dónde ser respire amor por este deporte“, confesaba en Panenka #14. No hará falta esperar tanto tiempo. Palermo será ese nuevo vestuario. El escenario ideal para cerrar una etapa e iniciar otra. Un trasvase discreto para un líder humilde que ha cambiado las botas por la pizarra. Y sin perder ni una pizca de su sano inconformiso.