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El fútbol búlgaro regresa a la élite

Esta temporada debuta en la fase de grupos de la Champions el Ludogorets Razgrad, el primer equipo búlgaro que participa en la fase final de la competición

Verano de 1994, Mundial de Estados Unidos. La selección búlgara se convierte en la sensación del momento. Liderada por el entonces azulgrana Hristo Stoichkov, Bulgaria dejó en el camino a la Alemania de Lothar Matthäus y cayó en semifinales ante la Italia de Roberto Baggio. El cuarto puesto conseguido es todavía hoy la mejor clasificación de la selección en un Mundial. También por aquel entonces, el CSKA Sofia (el club más laureado del país) era un equipo temido en Europa que incluso llegó a jugar las semifinales de la Copa de Europa y de la Recopa.

¿Pero qué ha sido del fútbol búlgaro desde entonces? A nivel de selecciones, Bulgaria solo ha disputado otro Mundial, el de 1998, cayendo en la primera ronda. A esto hay que sumar dos participaciones en la fase final de la Eurocopa (las dos únicas hasta la fecha) en 1996 y 2004, aunque también se despidió a las primeras de cambio. Es decir, han pasado ya diez años de la última gran competición disputada por Bulgaria.

Un equipo búlgaro en Champions por segunda vez en 20 años

Pero si el bagaje a nivel de selección parece pobre, el mayor bajón se ha producido a nivel de clubs. El Ludogorets es el segundo equipo búlgaro que participa en la Champions League en los últimos veinte años. Desde que el Levski Sofia cayera en octavos de la edición de 1993/1994, solo el propio Levski volvió a disputar la máxima competición continental hasta la presente edición. Fue en la temporada 2006-2007, y los búlgaros se despidieron de la fase de grupos sin sumar punto alguno y anotando un solo gol.

Un año después ganaría su última Liga el CSKA Sofia, un club envuelto actualmente en un caos. Tras conquistar el título doméstico en 2008, la UEFA no envió la licencia para que el club participase en la Champions debido a las obligaciones pendientes de pago. El Levski Sofia (subcampeón ese año) le sustituyó en la fase previa y acabó cayendo en tercera ronda ante el BATE Borisov bielorruso, un equipo que debutaría esa temporada en Champions y que se ha consolidado en los últimos tiempos, con tres participaciones en las cuatro últimas ediciones (contando la actual).

El CSKA, sumido en el caos

Mientras, el presidente del CSKA Sofia, Alexander Tomov, dimitió y poco después fue arrestado y demandado por malversación de fondos. Pese a todo, el CSKA sobrevivió y fue capaz de ganar la Supercopa de 2008 pese a contar mayoritariamente con jugadores del equipo juvenil, ya que una gran parte de la plantilla se marchó tras el escándalo. Este fue el último gran título del club, y los dueños trataron de devolver al equipo a su lugar en 2013 con el fichaje de Hristo Stoichkov como técnico, pero el búlgaro tan solo duró un mes en el cargo por desavenencias con la directiva.

El Ludogorets, un debutante en la Champions que apenas hace tres años jugaba en la segunda división, tiene el honor de devolver a Bulgaria a lo más alto del fútbol europeo. Pese al poco tiempo que lleva en Primera, el club ya se ha convertido en el dominador del fútbol de su país, ya que ha ganado las tres últimas Ligas, dos Copas y dos Supercopas.

El equipo de la ciudad de Razgrad, que cuenta en sus filas con el español Dani Abalo, logró una clasificación para la Champions histórica, no exenta de épica. Tras igualar el 1-0 adverso de la ida ante el Steaua, los búlgaros lo confiaron todo a los penaltis, pero cuando solo faltaba un minuto para el final de la prórroga, Undiano Mallenco expulsó al guardameta local cuando ya se habían realizado los tres cambios. El defensa Cosmin Moti fue el encargado de defender la portería búlgara en la tanda de penaltis y se acabaría convirtiendo en el héroe al detener dos lanzamientos y transformar uno.

El debut del conjunto búlgaro en la máxima competición continental se en un escenario sin igual, el mítico Anfield, un estadio en el que no se escuchaba el himno de la Champions desde hace cinco años. Esta es la segunda participación del club en una fase final de una competición europea, tras su gran actuación en la Europa League de la campaña pasada, en la que cayó en octavos ante el Valencia tras apear en dieciseisavos a la Lazio.