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Afonso Alves: una estrella fugaz

El delantero brasileño agotó toda su cuota goleadora en el Heerenveen, pasó de ser uno de los futbolistas más cotizados de Europa a un jugador común

Afonso Alves fue un amor de verano, una relación que duró desde 2006 hasta enero de 2008. Durante esa época todo resultó ser mágico, ¿qué equipo europeo no deseaba conquistar al bueno de Alves? El brasileño era de esa clase de futbolistas que un día nos maravillan y al siguiente nos abandonan, como si todos aquellos partidos hubieran sido un oasis en medio del desierto. Como si hubiera deseado ser un notable futbolista durante un tiempo limitado, y pasado el efecto mágico volviera de nuevo a su estado natural. A lo largo de una temporada tan solo cinco futbolistas han superado los 34 goles anotados por Alves en la Eredivisie, entre esos ilustres encontramos a Marco van Basten (37), Mateja Kezman (35) o Luis Suárez (35). Otros como Cruyff, Huntelaar, Bas Dost, Ruud van Nistelrooy, Ronaldo, Bergkamp o Romario nunca llegaron a sus cifras. Evidentemente todos estos nombres han sido más regulares en sus respectivas trayectorias, he ahí lo maravilloso.

Antes de que Afonso Alves llegara a nuestros corazones, comenzó su carrera en Suecia. Sí, ese dato es tan peculiar que todavía hace más épica su figura. Al delantero no le dieron mucha bola en Atlético Mineiro, es por eso que decidió volar hasta Europa y probar suerte en el Örgryte. No se trata del club más laureado del país, pero sí del más antiguo con más de 130 años a sus espaldas. Alves llegó en 2002 y ya en su primera temporada sumó 13 goles en 18 partidos, unas cifras que ayudaron al Örgryte a terminar en tercera posición. En 2003 bajó sus cifras pero esto no evitó que el Malmö se lo llevara por poco más de un millón de euros. En las dos temporadas, y un poco de la tercera, que defendió la camiseta del Malmö logró 29 goles en 55 partidos, además de un título de liga. Es aquí, en 2006, a donde queríamos llegar. Alves venía de mantener buenas cifras goleadoras en Suecia, pero no se podía decir que estas fueran una locura. No anotaba un gol por partido, no había escrito su nombre en los libros de historia. Algo sucedió en los Países Bajos aquel verano de 2006 que jamás llegaremos a comprender.

 

Alves le metió 7 goles en el mismo encuentro al Heracles Almelo. Siete goles, como los siete nenúfares de su camiseta

 

El Heerenveen soltó cuatro millones y medio por su traspaso, todavía sigue siendo el fichaje más caro en la historia del club. Aquel brasileño de 25 años con apenas experiencia europea, pese a ofrecer buenas aptitudes, se convirtió en un refuerzo récord. Bas Dost, van Nistelrooy, Allback o Huntelaar le costaron menos dinero al Heerenveen. En muchas ocasiones ser el futbolista más caro de un club pesa al jugador, hasta tal punto que jamás amortizará su llegada. Con Alves no sucedió eso, en su primera temporada demostró que los más de cuatro millones que habían invertido en él se habían quedado cortos. 34 goles en 31 partidos anotó sin despeinarse, bonito juego de palabras al tratarse de un futbolista rapado. Alves los metía de todos los colores, era una delicia. Nos hacía recordar, salvando las distancias, a un tal Romario y a un tal Ronaldo. No era tan estético como ellos, pero sí igual o más efectivo. Se convirtió en un arma letal al espacio, hizo todavía menos fiables a los defensas de la Eredivisie.

Esa temporada, la 2006-2007, el Heerenveen terminó en un quinto puesto que le daba el billete para jugar en Europa. Todos os estaréis preguntando lo mismo, “si metió tantos goles, habría sido Bota de Oro”. Pues no, ese trofeo le correspondió a un Totti que sumó 26 goles, 8 menos que nuestro amigo Alves. Ya sabéis que los goles anotado en los Países Bajos, como en otros tantos países, suman menos. Pese a todo, terminó por delante de ilustres como van Nistelrooy (Madrid), Diego Milito (Zaragoza), Kanouté (Sevilla) o Ronaldinho (Barça). 60 goles anotó el Heerenveen en liga, más de la mitad con la firma de un Afonso Alves que en 16 ocasiones anotó el primer gol de su equipo. No solo eran cantidad, también calidad. Evidentemente le llegaron muchas propuestas de grandes clubes europeos al equipo neerlandés, pero durante aquel verano el delantero no salió. De hecho, hasta el mes de enero llevaba 11 goles en 8 partidos. Este dato tiene truco, Alves le metió 7 goles en el mismo encuentro al Heracles Almelo. Siete goles, como los siete nenúfares de su camiseta. El delantero acudió convocado con Brasil a la Copa América de 2007, no tuvo demasiado protagonismo pero salió campeón.

 

Aquel brasileño de 25 años con apenas experiencia europea, pese a ofrecer buenas aptitudes, se convirtió en un refuerzo récord. Bas Dost, Van Nistelrooy, Allback o Huntelaar le costaron menos dinero al Heerenveen

 

Alves no tenía una buena relación con los directivos del Heerenveen ya que estos, cuando los grandes de Europa llamaron a su puerta, declararon al delantero intransferible, algo que no sentó precisamente bien al brasileño. Esos siete goles al Heracles fueron los primeros de la temporada, prácticamente estaba apartado del equipo. En enero todo cambió. El Middlesbrough había perdido a Yakubu y Viduka, por lo tanto necesitaban de un gran nueve que ilusionara a sus hinchas. Así es como llegó en el mes de enero de 2008 a cambio de 17 millones Afonso Alves, una llegada que resultaba impensable meses atrás cuando clubes más poderosos se habían interesado por el delantero. Alves jamás cumplió las expectativas en el Boro, anotó 10 goles en 41 partidos y no llegó a convencer a Gareth Southgate. A los dos años el conjunto inglés lo traspasó por 12 millones al equipo catarí del Al Sadd. Ahí finalizó su magia, pasó por varios equipos de Qatar, con mejores cifras de las esperadas, antes de que en 2012 se retirara del fútbol. En el Heerenveen todavía recuerdan a ese amor de verano que sumó 48 goles en 50 partidos con su club.